Los gatos son animales que tienen de costumbre acicalarse para mantener la higiene de su pelaje, por lo que los verás regularmente lamiéndose diferentes partes de su cuerpo a lo largo del día con ayuda de su lengua que tiene una textura rugosa llamada pupilas cónicas que le permite limpiar suciedades y pelaje muerto que hayan quedado adheridas en su cuerpo. Cuando un gato se deja de acicalar es una señal de advertencia de que tu peludito tiene un comportamiento anormal. Si notas que esta costumbre se pierde o se deja de hacer debes consultar de inmediato con tu veterinario de confianza. Pero entonces, ¿con qué frecuencia debes bañar a tu gato?

Muchos gatos no son lo más fanáticos del agua, aunque a algunos les gusta jugar con ella, por ejemplo, con el agua que sale del grifo, pero no son amantes a que se les eche agua por todo su cuerpo, situación que hace que tu mascota se estrese y se ponga agresiva con tal de salir de ese momento poco confortable. Para aquellos que nos sea imposible bastará con su autoacicalado, el cepillado y limpiezas con Baño Seco MON AMI el cual es ideal para aquellas mascotas que se dificulta bañar con agua y que gracias a su fórmula libre de sal y con aceite de algodón y karité permite hidratar y fortalecer la capa protectora de la piel.

Si queremos generar el hábito de bañar regularmente a un gato, lo mejor es hacerlo desde que están pequeños para así acostumbrarlos tanto al agua como al secador. Un gato cuando está cachorro lo recomendable es hacerle un baño entre el tercer y cuarto mes de vida, antes no es ideal ya que cuando están en las primeras semanas de vida no son capaces de regular su temperatura por si solos. En caso de querer hacerlo antes ya que tu gatito se ensució o tiene alguna mancha lo mejor es hacerlo con la recomendación de un veterinario o usar el Baño Seco MON AMI.

La frecuencia de los baños para nuestros amigos va a depender de las particularidades de cada gato en cuanto a su pelaje y modo de vida. No se ensucia lo mismo un gato de pelo largo que uno de pelo corto, o uno que tenga acceso al exterior a uno que siempre esté en el interior de la casa. Por eso es que no hay una frecuencia que sea igual para todos los peluditos puesto que nos debemos adaptar a las necesidades de nuestra mascota. La recomendación general es hacerlo cada cuatro semanas, una frecuencia superior podría afectar la piel y el pelo de tu gato ya que iría desgastando la capa protectora y recuerda siempre usar nuestros productos MON AMI como nuestro Shampoo con Acondicionador o Baño Seco.

Juan Guillermo Silva
Médico Veterinario

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